El injerto capilar es un procedimiento indicado, habitualmente cuando hay pérdida o adelgazamiento del cabello, aunque puede utilizarse también en otros supuestos.
Cuando una persona tiene una lesión o cicatriz en el cuero cabelludo suele ser difícil de ocultar, pues al estar dañado el folículo piloso no saldrá pelo nuevo y esa imperfección quedará a la vista. Pero la cirugía capilar ha avanzado mucho en estos últimos años y por eso, en la actualidad, los médicos especializados podemos realizar trasplantes con resultados satisfactorios.
Es preciso aclarar que las cicatrices en general poseen una vascularización reducida, lo cual afecta el crecimiento del cabello en algunos casos. Además, algunas cicatrices, debido a sus características, dureza de la piel o zonas en las que se encuentran localizadas, son más complejas o hasta imposibles de abordar con una cirugía de trasplante capilar, por lo que será necesario algún otro tipo de tratamiento para corregir la cicatriz.
¿Se puede hacer un trasplante capilar en una cicatriz?
Actualmente, el trasplante capilar es una magnífica solución para ocultar las cicatrices del cuero cabelludo, que tienen un efecto estético poco agradable y que pueden ser consecuencia tanto de un accidente como de una cirugía. La realización de un injerto capilar sobre una cicatriz, resulta una solución que se utiliza más de lo que podamos llegar a imaginar, al ser el procedimiento reparador más eficaz.
La tecnología es uno de nuestros mejores aliados en estos casos, porque facilita la colocación precisa del cabello detrás, sobre o enfrente de la propia cicatriz. Antes de determinar si es posible llevar a cabo un trasplante capilar en esa zona, es necesario realizar una serie de pruebas. Con ellas descartar patologías en el organismo, comprobar el estado de salud de los pacientes y determinar si esa persona es o no un candidato ideal para la intervención.
¿Crecerá el pelo sobre la cicatriz?
Los cabellos injertados tardan entre 6 y 8 meses en crecer, por lo que la paciencia debe ser la mayor de las virtudes en los pacientes que decidan hacerse un microinjerto de este tipo. A favor del éxito del procedimiento hay que decir que como no entran en juego cambios hormonales (como los que se producen con la caída del cabello) hará que no se pierda con facilidad. No obstante, en algunas ocasiones es necesario realizar más de una sesión hasta que el pelo injertado alcance la densidad necesaria para tapar la cicatriz.
El injerto capilar en una cicatriz se realizará mediante el mismo procedimiento, independientemente de que la zona afectada sea la barba, las cejas, el bigote o la cabeza.
Cada paciente tiene unas características y unas circunstancias personales, por eso, somos los profesionales médicos quienes debemos analizar cada caso concreto. Valoraremos el tipo de cicatriz, comprobaremos el tejido cicatricial, la zona donante del cabello y determinaremos qué es lo más apropiado para cada paciente.
¿Cuál es el proceso?
Los cirujanos extraen el cabello de las zonas donantes para implantarlo posteriormente en las áreas requeridas, con lo que podemos ofrecer unos resultados magníficos. Lo que debe primar en este tipo de intervenciones es la naturalidad en el resultado para ocultar las cicatrices.
En definitiva, es posible realizar un injerto capilar en una cicatriz, pero será necesario evaluar a cada paciente para determinar si en su caso concreto podrá llevarse a cabo o no.
